Leyenda de La Poza de La Virgen LLEGADA DE LA VIRGEN A CHOLUTECA

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Honduras enigmática, ardiente y misteriosa. Tierra de mitos, leyendas y tradiciones costumbristas donde la historia y la fantasía se entrelazan para llevarnos en un maravilloso viaje a través del tiempo y las edades, evocando una época en la que reinaban la magia, los conjuros, las apariciones y las visitas de seres de luz. Deidades, Ángeles, Vírgenes y Santos, que atraídos por el encanto natural de esta hermosa tierra, bajaban del cielo a pasear por nuestros verdes campos, a bañarse en las aguas cristalinas de nuestras fuentes y ríos a dejar su semilla sembrada en la tierra y en la gente que los acogía con fe infinita. Las historias de la Virgen María de La Inmaculada Concepción son un claro ejemplo de que no estamos solos en esta tierra, sus visitas y apariciones, unidas a sus incontables milagros son la prueba irrefutable de que Dios esta con nosotros. Es mucho lo que se cuenta sobre esta milagrosa Virgencita, como su llegada a la Ciudad de Choluteca apareciendo por primera vez en la Posa de La Virgen del Rio Grande o Rio Choluteca, y luego sus múltiples ausencias del altar de la Iglesia Catedral de las que después aparece con el cabello mojado, y con arena en los pies, algunas veces hasta se han conchitas de mar en su altar. También cuentan que la han visto pastoreando su ganado en las praderas cerca del mar. Una vez la el tema de una tertulia familiar en nuestra casa giraba alrededor de una guerra que hubo en Choluteca, no escuche los detalles de tal evento pero si los oí cuando aseguraban que en medio de la batalla se escabullía una mujer con un chal azul, ella les daba agua con un guacal, y con un paño de seda les limpiaba las heridas. Aquella agua fresca y dulce los reanimaba por exhaustos que estuvieran. Sin duda decían. Esa era la Virgencita de la Inmaculada Concepción.