Pequeños pasos para la lectura rápida

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El mañana es siempre un misterio, no sabemos con qué retos y "lobos jóvenes" nos encontraremos, no sabemos si las reglas sobre las que hemos construido nuestra situación hoy seguirán siendo válidas mañana o si tendremos que luchar con las reglas de otros y perder. Cuanto más desafiemos a nuestro cerebro, mejor podremos responder a los retos, que es uno de los secretos de la lectura rápida. He estado delante de varias personas que ganan mucho más que la media y les he hablado de desarrollo personal, y me han dicho que no les importaba. Yo estaba parcialmente de acuerdo con ellos y no quería convencerles de lo contrario de lo que creían tan firmemente. Me di cuenta de que si hubiera insistido, me habrían visto con recelo y, en última instancia, con desinterés. Pero estas discusiones cambiaron mi perspectiva y, en un ejercicio de imaginación, me permití hacer una analogía con el mundo animal. Vi que estos individuos se habían transformado de lobos jóvenes en lobos viejos y conservadores. Este viejo lobo ahora se siente fuerte, pero no piensa que mañana o cualquier día, un lobo más joven, mucho más fuerte y con más ganas de dominar, podría llegar y sacarlo de la manada y hacerlo vagar hacia la soledad. El poder que tenemos hoy no vale nada si no hacemos algo para mantenerlo mañana. ¿Por qué deberíamos intentar, e incluso conseguir, mejorar la velocidad de lectura? Tenemos nuestros retos en los que nos vemos obligados a dar el 100% de todo lo que tenemos, y entonces aparece la relajación, el desinterés y la pereza. Tenemos nuestros momentos de brillantez en los que recibimos elogios de los demás, nos sentimos internamente fuertes y ganamos más confianza. Todos pasamos por este proceso en mayor o menor medida. Luego comienza el declive, los retos no son tan grandes y nos volvemos perezosos y lentos para reaccionar. Entramos en una zona de confort de la que es muy difícil salir. No recibimos o rechazamos el feedback y acabamos cometiendo errores estúpidos y perdiendo. Para evitar esto, te aconsejo que leas rápidamente. Echemos un vistazo a las últimas 24 horas. ¿Qué hice realmente importante en el último día? ¿A qué retos nos enfrentamos y cómo respondimos? ¿Qué cosas nuevas aprendimos y cómo exploramos el mundo en el que vivimos? ¿Cuántas conexiones neuronales hicimos y cómo pueden ayudarnos en nuestra evolución personal? ¿Hemos hecho algo de lo que estar orgullosos? ¿Somos dignos de la admiración de los demás por lo que hemos hecho, o simplemente hemos pasado otras 24 horas en esta tierra sin mejorar en nada nuestra forma de vivir y pensar?